miércoles, 14 de septiembre de 2011

Sueños

Estoy teniendo sueños muy bizarros:

Iba a ir a bailar, sola. Estaba por entrar al boliche pero me dijeron que no, que esperase cinco minutos más. Vi que estaba medio vacío porque era temprano, y yo necesitaba que estuviera lleno de gente para pasar desapercibida, para hacer lo que tenía que hacer. Llegaron dos amigas y decidí no entrar, no quería que nadie que me conociera viese lo que iba a hacer. Salimos, empezamos a caminar por Corrientes. Recuerdo que el 60 paraba justo al lado de una estación de la línea B. Yo tenía varias bolsas en las manos, paré el colectivo y subí sola. Por supuesto, el lector de Sube no andaba, así que tuve que sacar el monedero y poner cuatro mil quinientas monedas de veinticinco en la máquina. Después me senté en el primer asiento, cosa que jamás hago en la realidad. El colectivo iba por una calle de tierra, era de noche, y yo pensaba que era una lástima que fueran a interrumpir ese ramal, pero que claro, el servicio Bariloche-Salta no tenía mucha gente (¿?). Entonces controlaba las dos bolsas de supermercado que tenía encima, en una había un gato todo enroscado durmiendo y en la otra un gatito. Y seguimos viaje, creo.

Y otro:
Estaba sentada en el piso, enfrente de un televisor grande, recostada sobre un puff color crema. Estaba empezando una película cuando me quedé dormida y entré en la historia que estaba mirando. Llevaba un vestido antiguo y estaba subiendo unas escaleras. Veo una placa en la pared, veo palabras escritas en azul oscuro, algo de “la ley”, entonces la frase suena en mi cabeza como si alguien estuviera leyéndomela, como un mantra: “En un gobierno perfecto, se comen a los niños”. Yo lo entendía como que cuando una sociedad alcanza un gobierno perfecto, la gente empieza a comerse entre sí. Subo otro piso de escaleras y veo una mano siendo ofrecida a una mujer, que empieza a morderla. Corro, salgo al exterior, veo una pileta y me tiro, sabiendo que no me va a salvar pero me va a dar un poco de tiempo, trato de no salir a la superficie y despertarme. Lucho por salir del sueño y me encuentro tirada en el puff, frente al televisor prendido. Entonces me desperté en mi cama.

2 comentarios:

Paula dijo...

Sobre el primer sueño, nunca dijiste qué era eso tan misterioso que ibas a hacer en el boliche. Pero probablemente implicara algo indecoroso, como tocar trastes sin que te miren (?). Lo de llevar gatos en bolsas no tengo idea de qué pueda significar, aunque a los gatos les encanta esconderse en bolsas y cajas; quizás tiene que ver con esa misión oculta del principio del sueño. Quizás vos, simbólicamente, cargás con tus secretos. ;)

Lo del otro sueño, hm...
Un sueño adentro de un sueño. Los he tenido y son muy confusos. Por eso me encantó El Origen, cosa enrevesada, si las hay.
Quizás tiene que ver con el proceso de maduración, ya que la ley habla sobre comer niños y vos escapas porque crees que van a comerte. La sociedad te va a comer, o sea, todo lo que es orden y estructura. Los niños no tienen orden y estructura, eso se lo impone la sociedad y los padres. Escapás de eso. Y por eso lo mirabas por la tele: es algo que no querés ni considerar remotamente como una realidad. Al estar en la tele es ficción o distanciamiento.

No sé. Mis dos centavos interpretativos. ;P

Sidonie dijo...

JAJAJAJAJA es que yo tampoco se qué iba a hacer al boliche!!! pero sí, debe haber sido algo parecido a lo que sugerís, jajaja. Muy interesante su análisis, doctora, muchas gracias.