lunes, 26 de marzo de 2012

El amor empieza...

El amor empieza cuando se rompen los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje,
cuando ya no hace falta pero tampoco sobra
la vejez de mirarse,
cuando la torre de los recuerdos, baja o alta,
se agacha hasta la sangre.

El amor empieza cuando Dios termina
Y cuando el hombre cae,
mientras las cosas, demasiado eternas,
comienzan a gastarse,
y los signos, las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier
parte.

El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un
muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.

Porque el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales.



-Roberto Juarroz

domingo, 25 de marzo de 2012

Sorpresas te da la vida V


El domingo pasado estaba esperando el 44 en Donato Álvarez y San Martín con una amiga. Eran las once de la noche, y estábamos charlando de lo más tranquilas.
Por Donato Álvarez venía un camión de basura. Lo vimos venir, lo vimos pasar. Y justo cuando estaba al lado nuestro, nos tiran estos guantes. A los pies.
Esto sí que es un piropo original.

viernes, 16 de marzo de 2012

Sorpresas te da la vida IV

Ayer fue un día laaaargo. Eran casi las cinco de la mañana cuando me dormí, y me levanté a las siete. Comí una tostada y me dirigí a la facultad, lugar que no hubiera vuelto a pisar si no fuera porque Polly rendía su último final. Y bueno, lo admito, volver no fue tan malo como yo pensaba. Escuché finales, recordé por qué me gustaba la carrera, me sentí mal por estar a la deriva, me encontré con gente conocida, charlamos.

A la tarde fui a taller de escritura. Cuando dije que no había escrito nada nuevo ni había corregido nada viejo el profesor, fiel a su estilo dramático, exclamó: "¡Sos la frustración de mi vida!". Me causó gracia porque mis viejos podrían decir exactamente lo mismo. Bueno, tal vez no "frustración", "desilusión" sería más adecuado.

Salí de taller con un dolor de cabeza terrible, como siempre. Tomé el 60 a las 23:44 con una amiga, y ella se bajó enseguida. Ya sobre Cabildo vi que había algunos asientos desocupados, pero me quedé parada, apoyada contra un caño, mirando para afuera. Me gusta mirar a la gente que pasa por la calle, a la gente adentro de sus autos. En eso estaba, mirando adentro de un auto, cuando veo y soy vista por un flaco en el asiento del acompañante de un auto plateado. Eran cuatro pibes, evidentemente iban de joda. Nos miramos unos segundos, y sonrió. Seguí mirándolo como una boluda, porque no registré que me estaba mirando, por lo tanto yo no podía seguir examinándolo. Entonces me sopló un beso. Me sonreí, porque eso es lo que hago siempre que me dicen un piropo boludo, pero este pibe me vio y lo escuché festejar: "¡Esssaa!". El semáforo se puso en verde, el auto avanzó y vi que las dos cabezas de los flacos que iban atrás se dieron vuelta para mirarme.
Me reí sola el resto del viaje.

jueves, 15 de marzo de 2012

Parabens

Hoy, un saludo especial para Polly, que rindió su último final y ya es oficialmente Licenciada en Letras. ¡¡¡Vamos carajo!!!

Espero contagiarme y volver a estudiar yo también, a ver si me encuentro después de un tiempo largo de estar más perdida que bola sin manija.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Quiero que llegue el frío

No aguanto más el calor. Quiero que venga el invierno, ahora. Ni siquiera tengo ganas de aguantar el otoño, porque odio la amplitud térmica. Ponerse, sacarse, llevar en la mano, tener frío en los pies. No, no.
Quiero ponerme el tapado y las botas
quiero poder dejarme el pelo suelto
quiero poder usar mi cartera gris
entrar a un bar a tomar un café sólo porque hace frío
tener ganas de bajar al subte porque está calentito
comer chocolate con churros
que oscurezca temprano y salga el sol bien tarde
dormir bajo el edredón de plumas
hacer galletitas

y, como siempre, tomar helado.

sábado, 10 de marzo de 2012

La historia del anillo

Compré un anillo muy parecido a este hace años, una de las últimas veces que fui a Pinamar. Creo que me costó cuatro o cinco pesos. Yo sabía que el anillo tenia un significado, pero la verdad de la milanesa es que era mi anillo y me gustaba. Entonces lo perdí. Bah, no lo perdí, no me acuerdo dónde lo puse. Rezo para que esté perdido, pero adentro de la casa. No creo que ese sea el caso.



Hoy busqué imágenes del anillo en Google y me enteré de que lo llaman anillo Claddagh, y es de origen irlandés. Leí un poco más, y resulta que el Claddagh es la variación irlandesa de los anillos "fede", que son italianos. El nombre viene de la frase italiana "mani in fede" (manos [unidas] en fe).


Como ven en las fotos, en la versión irlandesa las manos sostienen un corazón y una corona, que simbolizan el amor y la lealtad. Los anillos fede eran anillos de compromiso o casamientos.

Sí, qué interesante todo. Ahora, ¿dónde puse yo ese anillo?

viernes, 9 de marzo de 2012

El helado nuestro de cada día

Hoy, después de mucho tiempo, volvimos a tomar helado en Chungo. Como yo tengo la tarjeta de La Nación siempre voy a Freddo, que tiene descuento, pero no es tan rico.
Hace un ratito volví a probar el dulce de leche de Chungo y casi muero de placer.

Mientras esperaba que fuera mi turno para pedir el helado, me puse a pensar. Llegué a la conclusión de que generalmente los hombres son los que mejor sirven el helado. ¿Se dieron cuenta? Hacen los mejores "jopos". Siempre que me atiende una mujer me da un jopito triste y abatatado.

En otras noticias, estoy leyendo Mr. Darcy mutates. Cuando termine todos los libros de la lista hago un comentario general.

domingo, 4 de marzo de 2012

Superpower

Hoy vinieron mis dos abuelas a almorzar, y descubrí las diferencias entre ellas: una tiene abuelosidad verbal y la otra tiene abuelosidad alimenticia.
La abuela María Esther tiene abuelosidad alimenticia. Es decir, te alimenta hasta que salís de su casa rodando. Después te dice que engordaste, por supuesto.
La abuela Elda tiene abuelosidad verbal. Hoy bajé a almorzar, y cuando me saludó me dijo: "Ay, pero qué linda, ¿estás más flaca de cara, no? Y toda perfumadita también..."
No estoy más flaca, y no estaba perfumada. ¡Recién me levantaba de la cama!¿Perfume a qué iba a tener? ¿A sábana?

Jeje encima le vi la cara a la abuela M.E, y creo que estuvo a punto de decirme: "ese pantalón te hace más gorda"

viernes, 2 de marzo de 2012

Volvimos

Después de un mes de sufrimiento, volví a desayunar en mi bienamado sucucho. Yo entiendo que tenían que tomarse vacaciones, pero dolió demasiado. Ningún bar es tan barato como ese.
El sucucho está sobre Viamonte, entre Callao y Rodríguez Peña. Es una panadería que además tiene mesitas para tomar café. El local es horrible, con una decoración absolutamente kistch.
Con una amiga desayunamos ahí una vez por semana, porque el café con leche más tres facturas está diez pesos. Facturas que uno va a elegir personalmente.
¡Larga vida al sucucho!

PD: A la vuelta me tomé un 68 diferencial. Aire acondicionado, asientos acolchonaditos, poca gente. Voy a tener sueños húmedos con ese colectivo.