Entré a una librería en Cabildo para comprar un regalo. No tenía mucho tiempo, ya sabía lo que quería y dónde estaba, pero es imposible no mirar las mesas de libros. Di una vueltita. Había un empleado acomodando cosas que de vez en cuando me miraba (al parecer tengo cara de ladrona de libros) y otra al fondo del local, en la caja. Cuando me cansé de mirar cosas que no podía comprar, fui a pagar lo que había elegido (Desorden moral, de Margaret Atwood).
"Hola", le dije a la chica que estaba detrás del mostrador. Ni bola me dio. Entonces escucho desde atrás: "Hola". Escrito así suena normal, pero la voz no era normal. Era una voz profunda y sexy. Llega por fin el empleado al mostrador, le doy el libro. Me quedo mirándolo (espero que no haya sido con la boca abierta). Era un flaco normal, medio bajito, con rulos y ojos claros, con pinta de estudiante de carrera humanística eterna (Filosofía, diría yo) y un sweater horroroso que debería quemar. Yo no podía creer que semejante voz saliera de un tipo tan flacuchito. Bueno, le pagué, lo saludé, etc; pero me quedé pensando. Qué loco, ¿no? Nunca lo hubiera esperado.

viernes, 23 de septiembre de 2011
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Lost in translation
Me está pasando algo muy extraño. Hace un tiempo que estoy bloqueada para escribir. Primero no tenía ganas, después tenía ganas pero no podía. Tengo las ideas, pero no puedo sentarme a escribir.
Venía pensando en un poema, pero siempre que llegaba a la palabra "omóplato" abandonaba todo intento. ¿Quién puede escribir con algo que suena tan mal? ¿A alguien de habla inglesa, "shoulder blades" le sonará tan mal como "omóplato" me suena a mí?
De repente, una luz se prendió. A mí me gusta decir shoulder blades. Entonces, ¿por qué no escribir en inglés?
Y eso estoy haciendo. Hasta ahora he generado tres hojas de mala poesía, ¡en inglés!
Algo es algo, ¿no?
Venía pensando en un poema, pero siempre que llegaba a la palabra "omóplato" abandonaba todo intento. ¿Quién puede escribir con algo que suena tan mal? ¿A alguien de habla inglesa, "shoulder blades" le sonará tan mal como "omóplato" me suena a mí?
De repente, una luz se prendió. A mí me gusta decir shoulder blades. Entonces, ¿por qué no escribir en inglés?
Y eso estoy haciendo. Hasta ahora he generado tres hojas de mala poesía, ¡en inglés!
Algo es algo, ¿no?
martes, 20 de septiembre de 2011
Festejo
Mañana es el día de la Primavera/del Estudiante. Odio la primavera y detesto a los estudiantes. Pensé dos opciones para festejar tan glorioso día: uno) no salir de mi casa en todo el día y fingir que es cualquier día menos 21 de septiembre, para no toparme con hordas de pendejos que inundan las plazas, el transporte público y el aire respirable. dos) salir de casa con una ametralladora para toparme con hordas de pendejos.
Qué dilema.
Qué dilema.
lunes, 19 de septiembre de 2011
A way out
Estos días, cada vez que me despierto, puedo recordar qué estuve soñando. Nunca me pasa tan seguido. Tuve tantos sueños desde el jueves hasta hoy que estoy casi segura de que me olvidé de anotar alguno. Hoy, por ejemplo, me levanté y supe que había soñado con un compañero del colegio, y también que tenía que hacer tarea de latín (ya no más, a Dios gracias). Durante la siesta soñé que viajaba en el 152, que estaba usando una pollera y no tenía puesta ropa interior. Iba a bailar (¿qué me pasa con ir a bailar últimamente?), me encontraba con gente conocida (no sé quiénes eran, no me acuerdo, pero sé que los conocía) y nos subíamos a un auto. En fin, sueños y más sueños.
¡Basta! Quiero hablar con gente, necesito salir de mi propia cabeza. Hoy ya entré tres veces a Blogger, buscando quién sabe qué.
Odio la primavera y el calor (?)
¡Basta! Quiero hablar con gente, necesito salir de mi propia cabeza. Hoy ya entré tres veces a Blogger, buscando quién sabe qué.
Odio la primavera y el calor (?)
sábado, 17 de septiembre de 2011
In nomine Bloggis
Sí, me cambié el nombre de usuario. Ya no me identificaba con el otro, y éste siempre me gustó mucho. Lo encontré hace tiempo en un libro, y enseguida me llamó la atención. Después busqué el significado y me gustó todavía más.
Dejo el avatar por ahora así me reconocen, espero.
Dejo el avatar por ahora así me reconocen, espero.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Sueños
Estoy teniendo sueños muy bizarros:
Iba a ir a bailar, sola. Estaba por entrar al boliche pero me dijeron que no, que esperase cinco minutos más. Vi que estaba medio vacío porque era temprano, y yo necesitaba que estuviera lleno de gente para pasar desapercibida, para hacer lo que tenía que hacer. Llegaron dos amigas y decidí no entrar, no quería que nadie que me conociera viese lo que iba a hacer. Salimos, empezamos a caminar por Corrientes. Recuerdo que el 60 paraba justo al lado de una estación de la línea B. Yo tenía varias bolsas en las manos, paré el colectivo y subí sola. Por supuesto, el lector de Sube no andaba, así que tuve que sacar el monedero y poner cuatro mil quinientas monedas de veinticinco en la máquina. Después me senté en el primer asiento, cosa que jamás hago en la realidad. El colectivo iba por una calle de tierra, era de noche, y yo pensaba que era una lástima que fueran a interrumpir ese ramal, pero que claro, el servicio Bariloche-Salta no tenía mucha gente (¿?). Entonces controlaba las dos bolsas de supermercado que tenía encima, en una había un gato todo enroscado durmiendo y en la otra un gatito. Y seguimos viaje, creo.
Y otro:
Estaba sentada en el piso, enfrente de un televisor grande, recostada sobre un puff color crema. Estaba empezando una película cuando me quedé dormida y entré en la historia que estaba mirando. Llevaba un vestido antiguo y estaba subiendo unas escaleras. Veo una placa en la pared, veo palabras escritas en azul oscuro, algo de “la ley”, entonces la frase suena en mi cabeza como si alguien estuviera leyéndomela, como un mantra: “En un gobierno perfecto, se comen a los niños”. Yo lo entendía como que cuando una sociedad alcanza un gobierno perfecto, la gente empieza a comerse entre sí. Subo otro piso de escaleras y veo una mano siendo ofrecida a una mujer, que empieza a morderla. Corro, salgo al exterior, veo una pileta y me tiro, sabiendo que no me va a salvar pero me va a dar un poco de tiempo, trato de no salir a la superficie y despertarme. Lucho por salir del sueño y me encuentro tirada en el puff, frente al televisor prendido. Entonces me desperté en mi cama.
Iba a ir a bailar, sola. Estaba por entrar al boliche pero me dijeron que no, que esperase cinco minutos más. Vi que estaba medio vacío porque era temprano, y yo necesitaba que estuviera lleno de gente para pasar desapercibida, para hacer lo que tenía que hacer. Llegaron dos amigas y decidí no entrar, no quería que nadie que me conociera viese lo que iba a hacer. Salimos, empezamos a caminar por Corrientes. Recuerdo que el 60 paraba justo al lado de una estación de la línea B. Yo tenía varias bolsas en las manos, paré el colectivo y subí sola. Por supuesto, el lector de Sube no andaba, así que tuve que sacar el monedero y poner cuatro mil quinientas monedas de veinticinco en la máquina. Después me senté en el primer asiento, cosa que jamás hago en la realidad. El colectivo iba por una calle de tierra, era de noche, y yo pensaba que era una lástima que fueran a interrumpir ese ramal, pero que claro, el servicio Bariloche-Salta no tenía mucha gente (¿?). Entonces controlaba las dos bolsas de supermercado que tenía encima, en una había un gato todo enroscado durmiendo y en la otra un gatito. Y seguimos viaje, creo.
Y otro:
Estaba sentada en el piso, enfrente de un televisor grande, recostada sobre un puff color crema. Estaba empezando una película cuando me quedé dormida y entré en la historia que estaba mirando. Llevaba un vestido antiguo y estaba subiendo unas escaleras. Veo una placa en la pared, veo palabras escritas en azul oscuro, algo de “la ley”, entonces la frase suena en mi cabeza como si alguien estuviera leyéndomela, como un mantra: “En un gobierno perfecto, se comen a los niños”. Yo lo entendía como que cuando una sociedad alcanza un gobierno perfecto, la gente empieza a comerse entre sí. Subo otro piso de escaleras y veo una mano siendo ofrecida a una mujer, que empieza a morderla. Corro, salgo al exterior, veo una pileta y me tiro, sabiendo que no me va a salvar pero me va a dar un poco de tiempo, trato de no salir a la superficie y despertarme. Lucho por salir del sueño y me encuentro tirada en el puff, frente al televisor prendido. Entonces me desperté en mi cama.
martes, 6 de septiembre de 2011
Cosas que pasan
Me subo al 59 en Cabildo.
"Hola. Uno diez con tarjeta, por favor.", le digo al chofer.
"Pasá", me contesta. Lo miro. "Pasá nomás".
Y pasé sin pagar.
Aclaro que tenía la campera cerrada, por lo tanto no estaba mostrando nada indecente y tampoco se veía mi cadenita de Independiente (podría haber sido de Boca el señor).
Entonces...
WTF????
"Hola. Uno diez con tarjeta, por favor.", le digo al chofer.
"Pasá", me contesta. Lo miro. "Pasá nomás".
Y pasé sin pagar.
Aclaro que tenía la campera cerrada, por lo tanto no estaba mostrando nada indecente y tampoco se veía mi cadenita de Independiente (podría haber sido de Boca el señor).
Entonces...
WTF????
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