viernes, 16 de marzo de 2012

Sorpresas te da la vida IV

Ayer fue un día laaaargo. Eran casi las cinco de la mañana cuando me dormí, y me levanté a las siete. Comí una tostada y me dirigí a la facultad, lugar que no hubiera vuelto a pisar si no fuera porque Polly rendía su último final. Y bueno, lo admito, volver no fue tan malo como yo pensaba. Escuché finales, recordé por qué me gustaba la carrera, me sentí mal por estar a la deriva, me encontré con gente conocida, charlamos.

A la tarde fui a taller de escritura. Cuando dije que no había escrito nada nuevo ni había corregido nada viejo el profesor, fiel a su estilo dramático, exclamó: "¡Sos la frustración de mi vida!". Me causó gracia porque mis viejos podrían decir exactamente lo mismo. Bueno, tal vez no "frustración", "desilusión" sería más adecuado.

Salí de taller con un dolor de cabeza terrible, como siempre. Tomé el 60 a las 23:44 con una amiga, y ella se bajó enseguida. Ya sobre Cabildo vi que había algunos asientos desocupados, pero me quedé parada, apoyada contra un caño, mirando para afuera. Me gusta mirar a la gente que pasa por la calle, a la gente adentro de sus autos. En eso estaba, mirando adentro de un auto, cuando veo y soy vista por un flaco en el asiento del acompañante de un auto plateado. Eran cuatro pibes, evidentemente iban de joda. Nos miramos unos segundos, y sonrió. Seguí mirándolo como una boluda, porque no registré que me estaba mirando, por lo tanto yo no podía seguir examinándolo. Entonces me sopló un beso. Me sonreí, porque eso es lo que hago siempre que me dicen un piropo boludo, pero este pibe me vio y lo escuché festejar: "¡Esssaa!". El semáforo se puso en verde, el auto avanzó y vi que las dos cabezas de los flacos que iban atrás se dieron vuelta para mirarme.
Me reí sola el resto del viaje.

2 comentarios:

Paula dijo...

¡Son los pequeños momentos edulcorados de la vida! Esas pequeñas conexiones entre desconocidos...

Lástima que solo se animan a hacer esas pavaditas felices en masa. Solitos arrugan cual pasa de uva.

Sidonie dijo...

jajaja estaban en modo amoroso los chicos, asi cuando llegaban al boliche ya estaban listos. creo que un poste de luz habría obtenido la misma reacción.