domingo, 27 de noviembre de 2011

Almuerzo

Terminábamos de comer.
Yo (mirando el ventilador): -Qué calor que hace.
Madre: -Yo no tengo calor. Bah, debe ser porque todavía estoy mojada.

Porque se había metido a la pileta, se entiende. Pero mi sentido arácnido maligno se activó y tuve que morderme la lengua para no evidenciar el doble sentido de la frase ni hacer un chiste desubicado, primero porque estamos hablando de mi madre y segundo porque eso llevaría a preguntas como por qué está mojada o quién hizo que llegase a tal estado, y esas son cosas que NUNCA quiero saber.

2 comentarios:

Sil dijo...

Jajaja
En esos momentos sé que no me tengo que reír, porque va a resultar incómodo hasta para mi, pero no puedo...

Hugo dijo...

Pero si estaba mojada lo lógico era que tuviera calor...

En esa casa no respetan las leyes de la termodinámica.