lunes, 23 de abril de 2012

En la cena (numero... ¿3? ¿4? No me acuerdo)

Mi viejo, quejándose de mi tío (hermano de mi vieja):   "Y a los cinco minutos del primer tiempo suena el timbre, y es este tarado. ¿No podías llevártelo a otro lado? Yo tenía ganas de romper el televisor, de tirar a mi vieja a la pileta, ¡y ese pelotudo hablaba pelotudeces!"   Hay gente que no entiende que cuando juega el Rojo, el mundo necesariamente tiene que dejar de girar.  

2 comentarios:

Gonzalo dijo...

Yo soy de independiente pero tu viejo es un fanático. xD

Sidonie dijo...

jajaja si, así son en esta casa.