lunes, 31 de octubre de 2011

Consejo para Halloween

Por si uno no recuerda cómo matar zombies:
http://www.youtube.com/watch?v=aezzhR2FYCc

Kill the zombies by shooting them in the head
They can't eat you if you make them dead

viernes, 28 de octubre de 2011

Te lo dice el Fede

Hoy tuve que dar una clase sobre Lorca. Releyendo Bodas de sangre encontré este fragmento:

"Con tu mujer procura estar cariñoso, y si la notaras infatuada o arisca, hazle una caricia que le produzca un poco de daño, un abrazo fuerte, un mordisco y luego un beso suave. Que ella no pueda disgustarse, pero que sienta que tú eres el macho, el amo, el que manda."

Qué genio que era Lorca.

jueves, 27 de octubre de 2011

Lo que faltaba

Vengo teniendo unas semanas de mierda. Me cuesta levantarme de la cama, salir de casa, hablar con gente. O estoy rodeada de personas que conozco, que me caen bien, pero no puedo conectarme con la conversación. Siento que hablan y hablan, yo no tengo nada para decir así que siguen hablando y me ahogan, me voy entumeciendo hasta que no siento nada, salvo un poco de angustia de vez en cuando, y ahí es cuando me siento a leer y desaparezco del mundo.

En fin, así venía. Y hoy no tuve mejor idea que ir a Unicenter a comprar un corpiño. Mi vieja se había comprado uno lindo hace unos meses, y como ella y yo usamos casi el mismo talle, fui a ese lugar a ver si tenían algo parecido. Tenían. Me probé un 36 C. No me entraba, claro, yo soy 38 ó 36 D. La chica me dijo: "38 D no trabajamos". Ah. Buena onda la mina, me trajo varios modelos para que probara. Nada me quedaba bien. Y al final sucedió lo que yo temía: me trajo dos modelos de abuela para que me probara. Ahhh no, ni muerta me pongo un corpiño de abuela. Jamás de los jamases. ¡Tengo veintitrés años! Me niego a usar una cosa tan fea, triste y decadente. Fui a otro local, y le pregunté a otra vendedora si tenían algún corpiño en copa D. "¿Copa D?", repitió, como si nunca hubiese existido semejante cosa. Acto seguido me miró las tetas, para ver si yo no me estaba mandando cualquiera. Pasé la prueba, porque se fue para el fondo buscando a la veterana del negocio. Cuando le dije "38 D", miró a la pared de corpiños de vejestorio. Yo ya quería salir corriendo. Me probé el único corpiño que encontró para mí, negro, porque ese color "avellana" es simplemente un beige tristón, a mi no me meten ese verso.

Final del recorrido: salí del shopping con ganas de llorar. ¿Tan anormal soy? ¿Cómo puede ser que todas las argentinas sean A o B? ¿En dónde compran las pechugonas?
Ojalá fuese normal, ordinariamente normal, copa B normal... ya sé, la normalidad está sobrevalorada, pero a veces es un alivio inmenso. Un alivio que viene en muchísimos modelos, colores y telas.

Ya sé. Me voy a vivir a Estados Unidos, así voy a Victoria´s Secret todos los días y me compro un corpiño distinto. Y se acabó.

lunes, 24 de octubre de 2011

Inventá algo

El otro día me llega un mail de mi abuela que dice:
"Seguro que los adornos Celtas que lucen, son para que no las envidien, cada una de uds. en lo suyo......."

Sí, mi abuela usa la computadora, tiene mail y facebook. Los adornos a los que se refiere son una pulsera (de mi vieja) y un colgante (mío) con un símbolo celta que representa el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. En realidad el propósito del mail era adjuntar una presentación de Power Point sobre los celtas. Ella es así.

Me da ganas de contestarle sólo para hacer una pregunta: "Abue, ¿qué es "lo mío"? ¿Me lo decís, por favor?"

Es increíble, ella lo sabe, y yo no.

jueves, 20 de octubre de 2011

Encontré la solución

Últimamente el problema de mi vieja con los límites y el respeto por la privacidad ajena se agravó. Antes, por lo menos, tocaba la puerta dos veces, rápido, y sin esperar respuesta entraba. Es increíble que extrañe esas viejas épocas. Desde que volvió de viaje, simplemente abre la puerta. Así, como si yo tuviera cinco años, no sé. No sé qué cosas le pasan por la cabeza a esa mujer.
El problema no es que me vea en bolas, porque ya me ha visto y en general no me molesta. Es la invasión. Además, cada vez que abre la puerta sin llamar me pego un julepe bárbaro.

Entonces reflexioné. ¿Qué puedo hacer yo para resolver esta situación? Hablarle no sirve. Dice: "Bueno, yo soy así, no voy a cambiar" o "Me olvido". Cerrar la puerta con llave no se puede, porque no hay llave. Trabarla con una silla no se puede, porque... no se puede. ¿Qué queda? Hacer que ella no quiera entrar sin golpear. ¿Cómo? Horrorizándola.

Y se me ocurrió un plan. Cuando escucho que va a entrar, tiro el libro que estoy leyendo, saco un consolador gigante de debajo de la almohada y lo prendo. Abre la puerta y yo con el coso en la mano digo: "Ay, Mamá, ahora no, estoy ocupada"

Con eso en mente entré a la página de un sex shop y encontré el coso perfecto: se llama "Super Mulato". Jajaja. Por la módica suma de cien pesos. Si sólo eso hace que mi vieja deje de molestar, lo pago con gusto. Y después me queda el juguete de yapa.

martes, 18 de octubre de 2011

Gatonta

El otro día pensaba que si no fuera un ser humano, me gustaría ser un gato. Pero esta mujer al parecer es gato y ser humano al mismo tiempo. Qué nivel.
Es una "escritora" de novelas eróticas, al final de sus libros siempre hay un párrafo sobre ella y después un extracto de algún otro libro.

"Like any feline, Selena Kitt loves the things that make her purr -and wants nothing more than to make others purr right along with her! Pleasure is her middle name, whether is a short cap nap stretched out in the sun or a long kitty bath. She makes it a priority to explore all delightful distractions she can find, and follow her vivid and often racy imagination wherever it wants to lead her.
This sassy, outrageous author lives with her family in the Midwest, including two dogs and two fellow felines, all of whom she thinks are the cat's meow. Her writing embodies everything from spicy to the scandalous, but watch out -this kitty also has sharp claws and her stories often include intriguing edges and twists that take readers to new, thought-provoking dephts."


Si algún día escribo algo así sobre mí misma, matenme. Les doy permiso.

jueves, 13 de octubre de 2011

Pantera

Recién abro Hotmail y tenía un mail nuevo con el siguiente título: "¡¡WORKSHOP DE PANTERA EN MARIANA LEGARRETA POLE DANCE!!" (así venía, con dos signos de exclamación). Ése es uno de los primeros lugares donde se pudo aprender baile del caño acá, pero ya tienen varias actividades.
Mientras se abría el mail, me puse a pensar. ¿Qué es "pantera"? ¿Un nuevo estilo de baile? ¿Y cómo es que yo nunca escuché hablar de eso? ¿¿¿Cómo se baila pantera???
El cuerpo del mail es el siguiente:

¡¡¡PANTERA en Mariana Legarreta Pole Dance!!!!

ENTRENAMIENTO PRINCIPIANTES-INTERMEDIAS

Ejercicios para las pole dancers que están en el nivel básico a intermedio.

• Duración: 1 Hora

Martes 15 de Noviembre 19:30 a 20:30 hs.

VALOR: $134


TALLER COREOGRAFICO. TODOS LOS NIVELES
Incluye el armado de coreografías, trabajando la coordinación, y la resistencia muscular, todo en diferentes posturas y maniobras de control.

• Duración: 1 Hora

Miércoles 16 de Noviembre 19:30 a 20:30 hs.

VALOR: $134

TALLER DE INVERSIONES.
NIVEL INTERMEDIO Y AVANZADO
Este curso enseña todas las formas de inversiones posibles.

• Duración: 1hora y media.

Jueves 17 de Noviembre 19:30 a 21hs.

VALOR: $321

Abajo había una foto adjunta, donde una señorita se enroscaba alrededor del caño y miraba a la cámara con cara de aburrimiento pseudo sensual. Por los tatuajes que le cubrían el pecho, los brazos y las piernas entendí todo: ¡la señorita es Pantera!
Y sí, me llevó un tiempo, qué le vamos a hacer.
Esta es la página del lugar, por si quieren saber qué mas hay o qué caripela tiene la tal Mariana Legarreta (supongo que es ella): http://www.legarretapoledance.com/home.html

PD: No sabía que Michael Buble había hecho una versión de "Feeling good". Me gustó.

lunes, 10 de octubre de 2011

Ahora entiendo

Con razón Girondo estaba siempre rodeado de minas. Imaginate que te diga al oído Ah la piel cal de luna de tu trascielo mío que me levitabisma o mi preferida entremuslos de seda que me ceden. Uf, se me caería la bombacha al instante.



Topatumba

Ay mi más mimo mío
mi bisvidita te ando
sí toda
así
te tato y topo tumbo y te arpo
y libo y libo tu halo
ah la piel cal de luna de tu trascielo mío que me levitabisma
mi tan todita lumbre
cátame tu evapulpo
sé sed sé sed
sé liana
anuda más
más nudo de musgo de entremuslos de seda que me ceden
tu muy corola mía
oh su rocío
qué limbo
ízala tú mi tumba
así

ya en ti mi tea
toda mi llama tuya
destiérrame
aletea
lava ya emana el alma
te hisopo
toda mía
ay
entremuero
vida
me cremas
te edenizo.



Ay (*suspiro*). Qué poetas que tenemos.

domingo, 9 de octubre de 2011

Compulsión

Mis viejos tenían que llegar hoy a la mañana de su viaje. Ayer a la noche llamaron diciendo que el vuelo estaba sobrevendido, que se quedaban una noche más. Que llamáramos al remis que tenían reservado y que cambiáramos el horario.

Eso fue ayer a las ocho de la noche. ¿Por qué no llamé en el momento? Y claro, cuando se me ocurrió llamar, ya era tarde y me van a cobrar los dos viajes, el de la mañana y el de la noche.

Si yo sabía que iba a pasar esto. ¿Por qué? ¿Por qué esta necesidad de demostrar a cada paso lo inútil que soy? Parece que lo único que hago bien es hacer que las cosas me salgan mal.

sábado, 8 de octubre de 2011

Una taza propia

Hoy a la mañana, mientras desayunaba, me encontré mirando la taza donde siempre tomo café. Elijo esa, entre todas las tazas, porque tiene el tamaño que más me gusta. Es una taza blanca que dice en verde "Knorr Quick, la mejor opción para el hambre entre comidas". La habremos comprado, evidentemente, con un paquete de sopas o calditos.
¿Por qué estaba tomando mi café en eso? Sentí la absurda necesidad de salir y comprar una taza. Una que yo elija. No me importa que alguien más la use, sólo quiero tomar café todos los días en algo que yo haya elegido, sólo yo.
Virginia Woolf necesitaba un cuarto para escribir. Tal vez yo sólo necesite una taza.

martes, 4 de octubre de 2011

If I were a cat


El otro día escuché la canción de Beyonce, If I were a boy, y me puse a pensar. No pensé cómo sería ser hombre, porque ¿quién querría eso? No, pensé cómo sería ser gato.

Si yo fuera gato (gata), aprovecharía las tardes para dormir al sol.
En invierno, me apropiaría de las estufas, de las laptops y de los regazos de mis humanos para entrar en calor.
No aceptaría ninguno de esos alimentos balanceados que parecen caquitas de cabra, no. A mí me darían latas de atún o esos paquetes que vienen con salsa. Además, me dejarían preparado un platito de leche todos los días.
Ninguno de mis humanos trataría de sacarme del sillón/cama, porque sabrían quién manda.
Lo haría todo con elegancia, porque así son los gatos, y tendría algún nombre como Semjet (la diosa leona de los egipcios, diosa de la guerra) o Ishtar (diosa de la Mesopotamia). ¡No! ¡Ya sé! Si fuera gata, me encantaría llamarme Morgana.
Ignoraría a mis humanos salvo cuando necesite rascadores de orejas.
Cuando entrase en celo, me escaparía a la calle a dejar que dos gatos malos y llenos de cicatrices peleasen por mí.

Qué vida. Lo único que no me atrae es escupir bolas de pelo.

sábado, 1 de octubre de 2011

Cosas que pasan III

Venía de una tarde muy buena. Fui a taller de escritura y después a tomar un café con una compañera. Se hicieron las ocho, tomé el 63. En cuanto me subí, me di cuenta de que me estaba haciendo pis. Ya había tenido ganas antes, durante el taller y tomando el café, pero primero no quería levantarme para no perder ninguna crítica y después estaba tan enganchada en la conversación que no quería perder tiempo en eso. Además, siempre me da cosa ir al baño en un lugar que no conozco. No por el baño en sí, sino por preguntar dónde está y buscarlo. Es una tremenda estupidez, lo sé, no es la primera vez que me voy de un bar sin pasar por el baño y en medio del viaje a casa me arrepiento.

La cuestión es que estaba en el 63. Cada curva, cada salto en el empedrado amenazaba mi control. El colectivo dio una vuelta y pasó por la estación del ferrocarril en Chacarita. Pensé: "Dios mío, falta tanto, no voy a llegar". Traté de distraerme. Me concentré en la música que estaba escuchando, miré a la gente que subía, la de la calle. Pensé en el cuento que quiero escribir, en el personaje, en cómo empezar. Y otra vez: "Dios mío, no voy a llegar". Lacroze se me hacía infinita, los semáforos siempre en rojo. Cabildo fue todavía peor, había tráfico. Y el empedrado de Juramento, qué dolor. Traté de rezar el Padrenuestro, pero no me lo acuerdo, creo que nunca lo aprendí bien en el colegio, y hace años que no me siento a pensar en qué creo. Lo que sí me acuerdo bien es el Ave María en italiano, porque sigo escuchando la voz cantarina y un poco ronca de la maestra de Religión. Entonces empecé a recitar eso en voz baja mientras esperaba el tren en Barrancas:
Ave Maria piena di grazia, il Signore é con te, tu sei benedetta fra tutte le donne, e benedetto il frutto del tuo seno, Gesú. Ave Maria, prega per noi peccatori...

Eso es todo lo que me acuerdo. La gente me miraba al pasar, porque no podía quedarme quieta. Por fin, el tren, "gracias, gracias Dios".
Sólo dos estaciones, sólo dos y llegaba a casa. Mientras tanto me preguntaba por qué soy tan masoquista, y si no hay mejores maneras de serlo.
Porque realmente, aguantarse las ganas de ir al baño es la cosa más tonta del mundo.

Y como es tan tonto, cada vez que me pasas pienso: "Por favor, si no me desgracio en la calle, te prometo que no lo hago más, que voy al baño siempre antes de salir". Eso pienso siempre, hasta que llego a casa, tiro la cartera al piso, esquivo al perro que me recibe llorando y corro al baño.

Entonces, cuando ya pasó todo y me siento un ser humano de nuevo, y no un receptáculo de pis, me miro al espejo y sé que por más que prometa lo que prometa, voy a dejar que pase de nuevo.